La música tiene una importancia vital en el desarrollo de la personalidad. Es más: una buena y adecuada educación musical potencia las facultades innatas del ser humano; especialmente, las cerebrales. Música que debería ponérsele incluso al feto mientras está en el interior de la madre. La de Vivaldi y, muy especialmente, la de Mozart, son los más adecuadas.
LA IMPORTANCIA DE COMUNICARSE CON EL BEBÉ QUE VA A NACER
Los ginecólogos, pediatras y neonatólogos aconsejan que tanto el padre como la madre se comuniquen con el feto, hablen con él, le lean cuentos, le cuenten sus planes para cuando nazca, le canten y pongan música agradable en el ambiente para que la escuche... incluso alguna dirigida y dedicada expresamente a él. Todas esas cosas favorecen lo que se conoce como "localización auditiva" que es la capacidad que tiene el bebé para distinguir los sonidos una vez que ha nacido.
De hecho, muchos niños de edades tempranas recuerdan y reconocen canciones, piezas de música clásica, nanas o melodías que escucharon mientras estaban en el útero materno.
Asimismo, son aconsejables las lecturas de cuentos clásicos, sin imágenes que infundan miedo; por ejemplo, de El Principito.
Otra práctica interesante es inventar canciones con letras cariñosas y repetirlas a menudo. Una vez que el bebé haya nacido, cuando escuche esas palabras o esas melodías que su inconsciente tiene registradas las reconocerá y le producirán los mismos efectos placenteros: tranquilidad y confianza. Además, desarrollarán su capacidad de escucha y favorecerán su desarrollo neuronal.
Experimentos realizados en 1993 y publicados por la prestigiosa revista Science daban pruebas fehacientes de ello: en
Estos estudios han llevado a los investigadores a apuntar que la música de Mozart puede tener efectos especiales y más duraderos que no suceden con otros autores. Esa música parece imbricarse en los canales neuronales y calma el ánimo, mejora la percepción espacial, favorece la expresión oral, ayuda a comunicar la mente y el corazón (razón y emoción), estimula la capacidad creativa y activa la motivación.Lo que influye directamente en el desarrollo del lenguaje del niño.
María Pinar Merino